Los asociados al hecho de entrar a quirófano, como cualquier cirugía, pero no conlleva ningún riesgo añadido.
La probabilidad de complicaciones es muy baja si se siguen las indicaciones del cirujano durante el postoperatorio. Principalmente, se trata de beber mucha agua y empezar a caminar cuanto antes, llevar un postoperatorio activo y evitar el consumo de sal para no que no haya retención de líquidos.
El tipo de anestesia depende de la cantidad de tejido adiposo que se vaya a eliminar. El cirujano plástico planifica la operación junto al paciente y determina si hay que realizar una liposucción con anestesia local más sedación, con anestesia raquídea (similar a la epidural), o si será necesaria una anestesia general.
Si la intervención se hace bajo anestesia general o raquídea, al finalizar, el paciente pasa unas horas en hospitalización, si no, puede volver a su casa.
Si en la liposucción se retiran grandes extensiones de grasa, se recomienda permanecer ingresado 24 horas en el centro hospitalario para controlar el postoperatorio.
Si la bolsa de grasa está muy localizada y es pequeña, la intervención se efectúa de forma ambulatoria, y únicamente debe permanecerse en la clínica unas pocas horas.
Como cualquier otra intervención, la liposucción puede dar lugar a molestias. En este caso son mínimas y pueden aparecer entre las 24 y 48 horas posteriores.
Entre el día 7 y 10 después de la intervención.
Dependerá de la capacidad que tengas para eliminar líquidos y de tu tipo de trabajo. Generalmente, la liposucción es una cirugía de recuperación rápida y los pacientes pueden volver a su actividad rutinaria tras la primera semana.
Para recuperarte más rápidamente, es importante que acudas a realizarte masajes de drenaje linfático a fin de drenar el líquido residual. También que utilices material de compresión sobre la zona tratada durante 2 meses.
Sí, los resultados son casi inmediatos, ya que la pérdida de volumen es visible al día siguiente. Eso sí, durante las primeras semanas puedes notar una ligera inflamación en la zona.
Siempre y cuando el paciente se cuide, los resultados son definitivos, porque la grasa lipoaspirada no se recupera. Pero si con el tiempo ganamos peso, se pueden generar nuevos acúmulos grasos en la zona previamente tratada.
El adecuado uso de la faja postoperatoria compresora es uno de los puntos clave del postoperatorio de la liposucción. Deberás llevar la faja puesta de 1 a 3 meses para que todos los tejidos queden bien fijados entre sí.
La liposucción es una operación que puede efectuarse en múltiples zonas del cuerpo. Aquellas donde más se lleva a cabo son: el abdomen, los flancos y los muslos. Otras áreas corporales son: piernas, espalda, brazos, glúteos, caderas, rodillas…
En el rostro, se utiliza para eliminar la papada y también a nivel de los pómulos.
El cirujano plástico será quién valore en cada caso cuál es la cantidad de tejido graso que conviene extraer, dependiendo de las condiciones particulares de la persona y el estado de la piel en términos de elasticidad y firmeza.
Sí, se puede procesar, purificar e injertarla en otra zona del cuerpo. Este procedimiento se conoce como lipofilling, y se utiliza para efectuar injertos grasos y rellenar zonas como por ejemplo los labios. También se puede hacer para aumentar el volumen de las nalgas o el grosor de los labios vaginales.
Sí, en las mujeres, si así lo desean, se puede conseguir que la cintura vuelva a ser curva, el vientre plano y las piernas torneadas.
En el hombre, habitualmente se elimina grasa abdominal, de la cintura y del pecho, por lo que la forma del torso cambia, se marca la musculatura y se define la silueta masculina.
No se recomienda en pacientes con obesidad, pues la piel no podrá retraerse correctamente y se producirá mucha flacidez cutánea. Esta técnica está enfocada en los acúmulos grasos que normalmente no se eliminan a través de una dieta o de ejercicio físico.
Si existe un problema de sobrepeso, se debe acudir a un médico endocrino, el cual, según la gravedad, puede indicar una cirugía bariátrica.
Y una vez tratado el trastorno por el especialista, se pueden ver posibilidades de la medicina estética que pueden ayudar.
Al extraer el acúmulo graso sobrante, se elimina la celulitis, pero no la piel de naranja. Uno de los aspectos que se deben valorar a la hora de realizar la intervención es el estado de la piel, para evitar posteriores problemas de flacidez.