La alopecia androgénica o calvicie es la causa más común de la pérdida del cabello entre hombres y mujeres. Aunque su causa principal es genética también se puede deber en algunos casos a un componente hormonal.
Este tipo de alopecia es relativamente frecuente en la población y tanto hombres como mujeres pueden verse afectados por este problema.
La enfermedad se desarrolla desde la adolescencia, cuando aparece el estímulo hormonal y hace que el cabello se vuelva más fino progresivamente en cada ciclo capilar hasta que deja de crecer.
Una de las posibles causas que explica la aparición de esta forma de alopecia es la presencia de la enzima 5-alfa-reductasa y la hormona dihidrotestosterona. Ambos componentes provocan la debilidad del folículo y por tanto el pelo crece menos fuerte hasta que al final deja de crecer.
El tratamiento precoz de este tipo de alopecia suele tener resultados muy eficaces, en el caso de que se esté en una fase más avanzada y severa, se puede optar por tratamientos como el injerto capilar.
En el siguiente artículo explicaremos las causas y síntomas de la alopecia androgénica tanto en hombres como en mujeres y los posibles tratamientos.
La Alopecia Androgénica en Hombres
La alopecia androgénica masculina es considerada como la forma de alopecia más frecuente afectando al 45% de los hombres. Es del tipo no cicatricial y no suele estar asociada con ninguna enfermedad concomitante.
¿Qué síntomas tiene la Alopecia Androgénica en Hombres?
La alopecia androgénica masculina se suele manifestar alrededor de los 20-25 años o incluso en edades más tempranas.
Los primeros diagnósticos clínicos están relacionados con síntomas de pérdida de densidad capilar, o lo que comúnmente se conoce como “cuando el pelo empieza a clarear”.
Este síntoma ocurre generalmente en la región frontal, superior y coronilla, quedando especialmente patente con el pelo mojado o luz intensa
Causas y diagnostico de la Alopecia Androgénica en Hombres
La explicación a este tipo de alopecia tiene su origen en los folículos pilosos de la zona frontal, superior y coronilla, ya que, al ser más sensibles a la acción de las hormonas masculinas, los andrógenos, estos incitan a un folículo o pelo más fino que sin tratamiento acabarían por dejar de crecer.
Según la Escala Hamilton – Norwood existen 7 grados de alopecia androgénica masculina (1 el más leve y 7 el más avanzado). No todos los pacientes diagnosticados llegan hasta el nivel más avanzado, aunque en el caso de que no se recete un tratamiento, esta variación de alopecia suele ser lentamente progresiva sobre todo durante la juventud.
La Alopecia Androgénica en Mujeres
La variante de la alopecia androgénica femenina afecta a un 6 a 12% en mujeres de 20 a 30 años y a un 55% después de los 70 años.
Si este tipo de alopecia se manifiesta antes de la menopausia, en fase precoz, lo hará de forma más predominante debido al efecto de la disminución de estrógenos.
La alopecia androgénica femenina es del tipo no cicatricial y suele estar asociada con ciertas enfermedades concomitantes como déficits vitamínicos y de hierro, anorexia nerviosa, regímenes hipocalóricos, trastornos hormonales, como el síndrome de los ovarios poliquísticos, síndrome HAIRAN, hiperplasia suprarrenal congénita, tumores suprarrenales y ováricos.
Por lo tanto, para realizar un cuadro clínico y diagnóstico certero es fundamental descartar estas causas.
¿Qué síntomas tiene la Alopecia Androgénica en Mujeres?
Por regla general las mujeres que comienzan de forma precoz los efectos de la alopecia androgénica suele ser a partir de los 14 años.
A esta edad se puede empezar a distinguir una pérdida de densidad en el cabello, volviéndose más fino en la parte frontal central y parietal del cuero cabelludo, lo que provoca que la raya del medio se ensanche.
Causas de la Alopecia Androgénica en Mujeres
Las causas de la alopecia androgénica femenina pueden ser varias, desde una enfermedad concomitante o hormonal, debido al aumento de las hormonas sexuales masculinas (los andrógenos).
Según la escala de Ludwig y Olsen existen tres grados de alopecia androgénica femenina (1 el más leve y 3 el más avanzado) o 5 grados en la escala de Ebling con patrón masculino.
Al igual que en el caso de los hombres, no todas las pacientes llegan hasta el nivel más avanzado. No obstante, sin tratamiento esta variación de alopecia suele ser lentamente progresiva.
Diagnóstico y Tratamiento de la Alopecia Androgénica
En cuanto al diagnóstico de alopecia adrogénica, se suele realizar tras un estudio clínico y análisis con una tricoscopia digital pudiendo analizar el nivel de densidad capilar, diámetros del pelo y producción sebácea.
Este diagnóstico no invasivo identifica en fases iniciales la alopecia androgénica y con una correcta monitorización a través de fotografías, el paciente puede obtener un correcto tratamiento.
El tratamiento precoz es muy importante a la hora de desacelerar la caída del cabello y regenerar el cuero cabelludo. No existe un tratamiento curativo, pero sí tratamientos a largo plazo que mejoren exponencialmente la densidad capilar y conviertan el pelo fino en grueso.
Los tratamientos suelen ser más intensivos durante los dos primeros años iniciales y se puede ir disminuyendo la intensidad a largo plazo.
Tipos de tratamiento
- Fármacos antiandrógenos (dutasterida, finasterida)
Los fármacos antiandrógenos impiden la acción de las hormonas masculinas (los andrógenos) sobre la raíz del pelo, provocando una mejora en la densidad capilar. Al no ser fármacos muy fuertes, los pacientes que lo tomen pueden hacer vida normal durante el tratamiento.
Además, suelen ser medicamentos que se usan por vía oral, aunque también es posible su administración de forma local a través de microinyecciones. En el caso de que la alopecia sea de predominio frontal el medicamento que ha mostrado mejores resultados es dutasteride.
- Microinyecciones de dutasterida
El tratamiento de las microinyecciones de dutasterida costa de inyectar una molécula del antiandrógeno dutasterida en las zonas donde el paciente tiene menor densidad capilar.
Ya que la molécula tiene efectos duraderos, suele ser suficiente con realizar 2-4 sesiones anuales para notar mejoras importantes en el cuero cabelludo. Esta metodología dura unos 30 minutos y se realiza con una anestesia local en el cuero cabelludo evitando así mucho dolor al paciente, pudiendo hacer vida normal una vez realizado dicho tratamiento.
Este tratamiento bien puede ser un complemento al tratamiento antígeno vía oral o como terapia única.
- Minoxidil
El fármaco minoxidil estimula el crecimiento del cabello a la vez que también frena su caída con resultados positivos para el 66% de hombres y mujeres que lo utilizan.
Al abrir los vasos sanguíneos y hacer que la sangre fluya, esta llega a los folículos pilosos frenando su caída y favoreciendo su fortalecimiento. Este tratamiento se debe administrar todos los días durante toda la vida llegando a notar sus primeros efectos en los primeros 3 o 4 meses. Antes de empezar con este método se recomienda informarse de los efectos secundarios como, irritación, sequedad del cuero cabelludo, mareos o dolores de cabeza.
Este procedimiento incluye dos opciones, el minoxidil tópico, una espuma que se aplica por el cuero cabelludo el cual se aplica dos veces al día o el minoxidil oral, administrado en pacientes que no llegan a tolerar la fórmula tópica.
- Plasma rico en plaquetas para el pelo (PRP)
Este tratamiento de plasma enriquecido en plaquetas para el pelo (PRP) es muy eficaz para conseguir una regeneración del cuero cabelludo, frenando la caída del cabello y fortaleciéndolo.
Esta metodología que suele durar unos 30 minutos, consta de obtener una muestra de sangre del paciente, para después centrifugar dicha muestra aislando la porción rica en factores de crecimiento derivados de las plaquetas y reinyectando la fórmula con microinyecciones superficiales usando la técnica de mesoterapia.
Ya que las plaquetas tienen factores de crecimiento, estas ayudan a regenerar los folículos pilosos en la zona donde se ha realizado la infiltración, fortaleciendo la raíz y aportando más nutrientes.
- Injerto o Trasplante Capilar
Según muchos de los expertos, el injerto capilar es el método por excelencia al que recurrir cuando el paciente presenta una alopecia severa.
A través de micro injertos en zonas de menor densidad capilar, el paciente obtendrá un resultado natural, visible a los tres meses, aunque el crecimiento del pelo se puede observar a los 6 meses de la cirugía. Actualmente existen dos técnicas, FUE (rapado el pelo) o mediante la técnica FUSS (sin rapar).
Otras terapias médicas
También se puede acudir a otras terapias para luchar contra la alopecia androgénica como, el láser de baja potencia, microneedling o análogos de prostaglandinas.
Preguntas frecuentes
Aquí respondemos a las preguntas más frecuentes de los pacientes que desean saber mas sobre la alopecia androgénica.
¿Qué es la alopecia androgénica?
La alopecia androgénica es la causa más común de la pérdida del cabello entre hombres y mujeres.
¿Qué causa la alopecia androgénica?
Aunque su causa principal es genética también se puede deber en algunos casos a un componente hormonal. Una de las posibles causas que explica la aparición de esta forma de alopecia es la presencia de la enzima 5-alfa-reductasa y la hormona dihidrotestosterona. Ambos componentes provocan la debilidad del folículo y por tanto el pelo crece menos fuerte hasta que al final deja de crecer.
¿Cómo tratar la alopecia androgénica?
Aun que existen diferentes tipos de tratamientos, los expertos coinciden en que uno de los más eficaces es el injerto o trasplante capilar.
Bibliografía
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